Como profesor de Lengua Castellana que soy, tengo que decir que la palabra bullying es un anglicismo que un buen hablante español debiera evitar. Además, es un anglicismo de los malos, porque termina de uno forma extraña (-ing) y porque tiene una doble ll y una y juntas, que a saber cómo se pronuncia si uno no está acostumbrado a hablar inglés.
La palabra inglesa bullying significa acosar, aunque algunos dicen que la traducción mejor sería intimidar. Una de las acepciones que recoge el Oxford Universal Dictionnary es: persona (o animal) que se convierte en terror para el débil o indefenso. Esta definición serviría perfectamente para definir lo que entendemos como acoso escolar, a saber, cuando uno o varios compañeros se aprovechan de su superioridad de alguien más débil de forma repetida..
Cuando se ha preguntado a alumnos españoles de varias edades sobre el concepto acoso escolar, la palabra que para ellos describe mejor la situación es maltrato. Otra palabra que utilizan es abuso. Lo que hace el acosador con su víctima es meterse con ella. Por otra parte, una de las conductas típicas del acoso escolar es la exclusión del grupo. Para referirse a este hecho, los alumnos dicen que hay rechazo.
Algunos especialistas españoles utilizan la palabra bully en vez de acosador. Evidentemente, estos especialistas, al preferir la palabra inglesa a la española, no utilizan el lenguaje de forma apropiada. La traducción de bully sería matón (en Hispanoamérica se habla de matoneo para referirse al acoso escolar). Otras posibles traducciones de bully serían abusón (una palabra muy característica de siempre entre los niños y los jóvenes) y chulo.
La palabra chulo es muy interesante para describir una característica que los espectadores estiman en el acosador. Una persona chula sería alguien que exhibe un comportamiento desvergonzado y arrogante que para muchos resulta atractivo. El acosador muchas veces cuenta con la aprobación del grupo porque se comporta de forma chula tanto con sus víctimas como con los profesores.
Hay que decir que el término bullying ha llegado a las aulas con mucha fuerza y en la actualidad, a la mínima, los alumnos ya están diciendo ¡bullying! ¡bullying! ¡bullying!