En el París de la ocupación alemana había escasez de gasolina, que se reservaba para la guerra. Por ello, solo circulaban coches de la Wehrmacht, coches con gas o carbón y ciclotaxis (vélos-taxis). Había de muchos modelos y los ciclistas iban solos o en tándem. Era una forma de escapar del paro y de conseguir algo de dinero en tiempos de penuria.
(Acontecimiento relatado en la novela El Billete Dorado)
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