Petición dirigida a la Subcomisión del Congreso de los Diputados del Pacto Social y Político por la Educación
La asignatura Lengua Castellana y Literatura que se imparte en los institutos es, en parte, responsable de la poca afición a la lectura en España. Es una de las asignaturas más difíciles y, junto con otras, como las Matemáticas, cosecha el mayor número de suspensos. Los libros de lectura, como el cine, entretienen y apasionan. Sin embargo, el entorno en que se enseña la literatura a los alumnos es difícil y áspero.
Actualmente, un libro de texto de Lengua Castellana y Literatura española de 4º de la ESO contiene 99 autores y 189 obras, y el de 1º de Bachillerato, 166 autores y 264 obras. Por si fuera poco, también hay que impartir otros contenidos importantes y necesarios como son los tipos de discurso, algunas cuestiones de lingüística general, la morfología y la sintaxis.
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Como se aprecia, se trata de unos contenidos excesivos e inabarcables, por no decir disparatados. Si se cumple con la programación, tal y como se exige ahora, no queda apenas hueco ni para la expresión oral y ni para la escrita, la cuales deberían ser unos de los ejes centrales de la asignatura.
En el anterior plan de estudios, la Lengua y la Literatura estaban separadas. La Literatura era una materia atractiva en la que los alumnos y profesores disfrutaban de los textos de nuestros mejores autores. Volver a separar la Lengua y la Literatura haría que los alumnos dejasen de asociar los libros de lectura a la dificultad y al suspenso.
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