Quizá el ensayo más agradable de leer
Entretenido, interesante, ameno, son las primeras palabras que vienen a la mente cuando se lee El viejo truco del amor, un recorrido perfectamente documentado de la vida y las relaciones amorosas de los hombres y las mujeres de la España del siglo XVIII. Con un estilo entre literario y periodístico, el autor no rehúye ni la anécdota ni el dato curioso para acercarnos a un momento histórico tan diferente y tan cercano a la vez.
En el XVIII y, en especial en su segunda mitad, se gozó de la vida como nunca hasta entonces. Por su parte, la mujer logró una libertad y una importancia tan grandes, que se puede decir que se trató de un siglo femenino.
Es en ese contexto cuando cobró una fuerza inédita algo que nunca nadie se había tomado en serio: el amor. Enseguida las cabezas pensantes de la época se dieron cuenta de que era una idea revolucionaria capaz de minar los cimientos de todo el orden establecido.
En El viejo truco del amor se cuenta como los ilustrados se las ingeniaron, aprovechando el sentimiento natural del amor, para dar un giro conservador a las costumbres y para que las mujeres aceptaran, esta vez voluntariamente, la sumisión de siempre.