Sí. Es la mejor fórmula. El sentimiento de intimidad y complicidad hace que las parejas sean felices.
Cuando en el siglo XVIII una dama planteó que deseaba poder elegir a su marido y que esté fuera su “amigo amante”, muchos se echaron las manos a la cabeza porque decían que el matrimonio era tan insoportable, que si no fuera obligatorio nadie lo aguantaría.
Ahora está claro que, si en la pareja se comparten muchas actividades y hay confianza, la satisfacción es muy grande. Cada miembro de la pareja sabe que puede recurrir al otro en momentos de dificultades, pero también que es el mejor compañero para disfrutar de la vida.
Es cierto que el amor pasión decrece con el tiempo, pero también que se puede construir una relación perfectamente compenetrada y feliz.
FUENTE:
Estudio transcultural de la satisfacción marital en parejas españolas y dominicanas. Esther Domínguez Jové.
Texto relacionado con el libro El viejo truco del amor