A menudo los historiadores señalan que durante este periodo hubo, además de la guerra contra los ocupantes alemanes, también hubo una guerra civil entre los mismos franceses.
En efecto, además de una guerra de liberación contra las tropas alemanas de ocupación, se produjo otra guerra de las autoridades francesas y de los civiles contra otros civiles franceses.
Se puede decir que la resistencia, algunas minorías y otros muchos ciudadanos tuvieron como principal y más temible enemigo, no los alemanes, sino sus propios compatriotas.
Esta guerra desigual se dio antes de la derrota, en la ocupación alemana y tras la Liberación.
ANTES DE LA DERROTA
Primeros enemigos interiores: los refugiados españoles
Después de la Guerra Civil española, numerosos republicanos atravesaron los Pirineos (alrededor de 500.000). Sin embargo, no fueron bien recibidos. El gobierno francés les consideró «indeseables». Los hombres y las mujeres fueron internados en campos separados, siendo el Argelès-Sur-Mer el más tristemente famoso.
En los campos, las condiciones de los españoles fueron terribles. Para cubrirse y protegerse del frío invernal, optaron por enterrarse en la arena de la playa. No disponían de agua ni de alimentos suficientes, con lo cual el número de muertos diarios era muy elevado.
El destino de los españoles después de la ocupación alemana fue muy diverso. Unos entraron en la Resistencia o fueron obligados a realizar trabajos forzados. Otros fueron entregados a las autoridades franquistas o fueron alistados en las fuerzas armadas. Finalmente, alrededor de 7.000 refugiados fueron enviados a los campos de exterminio alemanes.
Segundos enemigos interiores: los comunistas
En septiembre de 1939 el gobierno francés prohibió el Partido comunista (PCF). El pretexto fue el pacto germano-soviético de no agresión. En aquel momento había 74 diputados y numerosos alcaldes comunistas en Francia.
Fueron prohibidos, además del PCF, el sindicato GGT, la prensa comunista y muchas asociaciones culturales, deportivas y populares, así como otras muchas organizaciones juveniles, de personas mayores, etc.
El gobierno, a partir de la prohibición, desencadenó una serie de operaciones policiales de abocaron a infinidad de detenciones y de multas que se intensificaron durante la ocupación alemana.
