Parece que una parte de la juventud está siendo un vector importante en la propagación del coronavirus. En este caso no se puede achacar a la falta de información: los jóvenes, igual que todos los ciudadanos, fueron confinados. Este sector de la juventud sí es consciente de las consecuencias de no cumplir unas sencillas medidas de protección.
Como mínimo se podría decir que, cuando más se necesita una conducta responsable y solidaria, esta parte de la juventud se muestra incapaz de ser exigente consigo misma. Quizá habría que plantearse cómo y qué valores les han transmitido sus padres y sus profesores.