Sexto enemigo interior: los judíos
A los judíos se les adjudicó un estatuto particular que les excluyó oficialmente de la función pública, de la magistratura, del ejército y, oficiosamente, de las profesiones liberales y de la enseñanza.
Tampoco podían ejercer ningún tipo de responsabilidad en el campo de la cultura y de los medios de comunicación. A su vez, los judíos debían poner el cartel “Empresa judía” en las tiendas tanto en francés como en alemán.
Otras medidas contra los judíos
- Todos los judíos a partir de los seis años debían mostrar le estrella amarilla en su ropa
- El carnet de identidad de los judíos debía llevar una marca de tinta roja
- Estaba prohibido que los judíos frecuentaran los espectáculos y los lugares públicos. Los judíos, por tanto, no podía entrar en los teatros, las exposiciones, los conciertos, los museos, las bibliotecas, los campos deportivos, las piscinas, los restaurantes, los cafés…
- Incluso los parques infantiles estaban prohibidos para los niños judíos
- El horario de compras para los judíos estaba limitado entre las 15 y 16 horas.
- Había un toque especial para los judíos entre las 20 horas y las 6 de la mañana.
- Tenían prohibidos también los teléfonos, las radios y las bicicletas
Por su parte, el capitán de las SS (Schutzstaffel o “escuadras de protección” alemanas), encargó un fichero a la policía con todos los datos de las familias judías, especialmente, su domicilio. A este fichero se le llamó el Fichero Toulard. Estaba tan bien hecho, que recibió las alabanzas de las autoridades alemanas.
Este fichero fue muy útil para efectuar las redadas masivas contra los judíos.
Aunque la redada del Velódromo de Invierno fue la que tuvo más repercusión, antes hubo otras redadas, por ejemplo:
El 14 de mayo de 1941 la policía francesa convocó a los judíos extranjeros, la mayoría poloneses. Todos los que acudieron fueron arrestados. La prensa colaboracionista dio la noticia señalando que los detenidos eran judíos criminales y especuladores del mercado negro. Hay que señalar que, en su conjunto, la opinión pública permaneció indiferente a estos acontecimientos.
En otra ocasión, la policía francesa con la participación de los alemanes, bloquearon el onceavo distritito y todos los judíos, entre 18 y 50 años, que se encontraban allí fueron arrestados. Todos ellos fueron conducidos posteriormente a los campos de exterminio donde serían asesinados.
La redada del Velódromo de Invierno
Las redadas que se agrupan bajo el nombre “Viento primaveral” fueron las primeras redadas de judíos concertadas en varios países de Europa. Los nazis querían deportar el mismo día los judíos de Ámsterdam, Bruselas y Paris. La de París fue llamada la Redada del Velódromo de Invierno.
En París 13.152 personas fueron detenidas por la policía francesa los días 16 y 17 de julio de 1942 en sus domicilios. Las personas sin niños fueron llevados directamente al campo de internamiento de Drancy, en las afueras de París.
Las familias con niños tuvieron una suerte diferente.
Más de 8.000 personas, de las cuales 4.000 niños de 2 a 16 años, fueron llevados al Velódromo de Invierno, un estadio dedicado a las carreras de bicicletas.
Todos debieron sobrevivir durante cinco días con un solo punto de agua. Únicamente, tres médicos y una decena de enfermeras de la Cruz Roja fueron autorizados a intervenir.
Las familias permanecieron sin alimentos y con “un calor agobiante, un olor espantoso y un ruido infernal”.
Los que intentaron huir fueron abatidos en el mismo Velódromo. Una centena de prisioneros se suicidó lanzándose desde las gradas más altas.
Posteriormente, las familias del Velódromo de Invierno fueron transferidas a la estación de tren de Austerlitz para llevarlos a diferentes campos de internamiento en suelo francés. De allí los transportarían a los campos de exterminio de Polonia. Para ello, fueron separados. Primero los hombres, después las madres y, finalmente, los niños.
Dos semanas más tarde serían transportadas mayoritariamente al campo de exterminio Auschwitz-Birkenau.
Solamente una centena de individuos, principalmente, adultos, pudieron regresar tras la liberación de los campos por las tropas aliadas.
